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Ocho entidades bancarias que operan en Portugal alcanzaron un acuerdo el jueves para contribuir con 700 millones de euros para el plan de salvamento del Banco Espirito Santo (BES), según una fuente del sector citada por la agencia de prensa Lusa.
Cada uno de estos bancos participará en función de su talla, precisó la misma fuente. De esta manera, el banco público Caixa Geral de Depositos y el BCP deberán ser los mayores contribuyentes.
El BPI, Santander Totta, Crédito Agrícola, Montepío, así como el BIC y el Banco Popular completarán este monto, aportado bajo la forma de un préstamo al Fondo de resolución alimentado por los bancos lusos y administrado por el Banco de Portugal.
El Estado portugués, por su parte, prestó 3.900 millones de euros al Fondo, que ya depositó 367 millones de la divisa europea y que inyectara 4.900 millones de euros al Novo Banco, la nueva entidad que controla desde el pasado 3 de agosto los activos sanos del BES.
En cuanto a los activos problemáticos de este último, en particular los títulos de deuda del grupo Espirito Santo, fueron aislados en una estructura de disociación. Este "bad bank" está encargado de liquidar estos activos y es gestionado por los accionistas del BES en el momento del cese de pagos (default).