Decenas de manifestantes que acampaban frente al Congreso de Brasil pidiendo la salida de la presidenta Dilma Rousseff fueron retirados por la policía este sábado, pocos días después de que se registraran incidentes con armas de fuego durante una protesta.

Con numerosas tiendas, dos grandes grupos se instalaron hace varias semanas en el gramado frente al Congreso Nacional en Brasilia: unos pidiendo el impeachment de la mandataria Rousseff, y otros clamando por una intervención militar para tumbar a la izquierda del poder.

Ambos movimientos fueron desalojados por la fuerza este sábado, cuando se cumplió el plazo estipulado por las autoridades para que se retiraran voluntariamente.

Los líderes del Congreso y el gobernador del Distrito Federal dieron la orden de retirarlos después que dos policías fueran detenidos esta semana por disparar al aire durante una marcha multitudinaria de mujeres negras contra la discriminación racial. Al menos uno de los dos policías detenidos integraba el campamento que reclama un golpe de Estado.

La retirada de ambos campamentos transcurrió de forma pacífica, aunque manifestantes pro-militares discutieron con defensores del gobierno de Rousseff que pasaban por el lugar y la policía intervino con gas pimienta para dispersar a ambos bandos, informaron los medios locales.

"El campamento acabó, pero la resistencia y las protestas por el impeachment de la presidenta Dilma Rousseff no acabaron", dijo el líder del Movimiento Brasil Libre Fernando Holiday, en un video difundido en las redes sociales de este grupo que pide desde hace meses el juicio político a la mandataria.

Con la economía de Brasil en recesión desde el segundo trimestre, revelaciones de una red de corrupción en la estatal Petrobras que salpican a su partido y una relación con el Congreso debilitada, Rousseff sufrió en 2015 una caída en picada del apoyo a su gobierno.

En ese clima, fuerzas de la oposición y organizaciones civiles presentaron pedidos de impeachment contra Rousseff, acusándola de adulterar las cuentas públicas, hacer abuso de poder durante la campaña que la llevó a su reelección en octubre de 2014 y de tener conocimiento de los desvíos de fondos en la petrolera.