La Iglesia, Pueblo de Dios, no es ajena a la vida social y cívica de sus miembros. No puede mirar a otro lado cuando una parte de la sociedad, entre ellos muchos de  sus fieles, apostan por una escisión de Catalunya dentro del Estado Español. Es cierto que al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios, pero hay diocesis en las que la lengua catalana es ambsoluta en las misas, que los pastores conducen al rebaño con un criterio muy catalanista, y otros, abjuran del tema, como muestra de lo que realmente ocurre en el seno de la sociedad catalana a dia de hoy.

Pero el problema es que, la Iglesia, es una, Cristo y su mensaje llega a todos por medio de la Iglesia, y hay que hilar muy fino para no herir a nadie en sus justas aspiraciones terranales, pero, tan buen cristiano, seguidor a pies juntillas del Evangelio puede ser un independentista como un unionista, si se me permite usar el vocablo de moda.

Hay diocesis, como Solsona, de caracter netamente catalanista, porque estan inmersas en una sociedad que mayoritariamente lo és, pero  su prelado debe de ser ecuanime, y no olvidar a las ovejas que no aceptan la escisión de España.

Batante enemigos tiene la Iglesia Católica para que le busquemos ahora otro nuevo en base al separatismo. Hay que buscar la union no la separación, y saber transmitir el Mensaje de Cristo, el Evangelio, in que nadie se encuentre marginado de él, por su ideología.

Lo que diga a veces un Obspo o el propio Papa, tiene un peso especifico muy importante en la vida social de los creyentes. Los Obispos deben de hablar claro y aceptar a las ovejas de uno y otro aprisco, de lo contrario, dividirán el divino rebaño que les fue confiado.