Justo en el momento que nos ponemos delante de un libro nuevo, las tijeras y el forro somos conscientes de que tenemos un problema y que no sabemos por dónde empezar a trabajar. ¿Cortamos primero el forro? ¿Medimos? ¿Por dónde doblamos? Empieza el sudor frío y el poner más intención que destreza. Algo que parece muy sencillo una vez forrado se convierte en el más oscuro secreto de la ciencia para nosotros. Para ayudarte, te hemos traído este sencillo manual con el que forrarás los libros de tus hijos, de tus sobrinos y ¡hasta los de los vecinos plastas!

• Tijeras
• Celo
• Rollos de plástico (forro de libros) no adhesivo.
• Un libro

Ahora nos remangamos, buscamos una mesa despejada y nos ponemos manos a la obra.

Puedes descargarte las instrucciones aquí:

o seguir los pasos que te dejamos a continuación:

1. Elige una mesa despejada o una superficie lisa en la que puedas extender el forro sin que queden arrugas. ¿Listo?
2. Con el forro extendido, coloca el libro y deja 4 cm por cada borde de la tapas y córtalo. (recuerda que eso que ves que sobra es lo que irá doblado por dentro, así que ¡¡no dejes mucho más!!)
3. Dobla lo que sobra de cada borde más largo (derecha e izquierda) de las tapas hacia adentro y fíjalo con un trozo de celo
4. Con el libro abierto haz un corte oblicuo en la parte inferior/interior y superior/interior para poder hacer que las pestañas superiores e inferiores se puedan doblar, corta también a ras el forro en el lomo del libro.
5. Dobla las esquinas más exteriores con la misma forma oblicua para que el acabado sea bonito.
6. Pega con celo cada pestaña
7. ¡Listo! Ya tenemos nuestros libros preparados para una dura batalla que durará todo el curso.

Forrar los libros es una tarea tediosa pero necesaria, así que cuando termines siempre puedes hacer algo más lúdico para la vuelta al cole como estos originales marcapáginas

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