¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Galdo Fonte escriba una noticia?
Transparencia, participación y buen gobierno son términos asiduos de campaña electoral, pero justo la antítesis con los 9 años que lleva el Ayuntamiento de Fene con la Revisión de su Plan General, que a pesar de tan excedida temporalidad mantiene en su invariable empantanamiento
Por que su contenido afecta directamente a la totalidad de los vecinos del término municipal, estos debieran saber básicamente que un Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) es un instrumento para ordenar espacial, temporal y cuantitativamente las acciones de los agentes públicos y privados que intervienen en la construcción y desarrollo del municipio.
Determinaciones que deben responder en todo caso a decisiones presididas por un orden y una norma previamente establecida con participación colectiva, pues para hacer posible la gestión de su contenido, además de los agentes políticos la implicación y participación de los ciudadanos como directos interesados debe estar garantizada.
La conveniencia de resolver la problemática territorial partiendo del conocimiento exhaustivo de la realidad urbana es incuestionable, especialmente cuando la situación socio económica y demográfica entra en recesión, pues en épocas de crisis como la presente la planificación se hace más necesaria como herramienta con la que mejorar la calidad de vida en la ciudad y poder utilizar más racionalmente todos los recursos urbanos y naturales, así como la puesta en ejecución de soluciones efectivas, capaces de resolver la problemática generada.
Esa trayectoria fue la que el Concello de Fene debió tener seguido cuando en el año 2009 sacó a licitación los trabajos de Revisión de su planeamiento genuino, cuyo calendario de redacción a pesar de estar establecido a una temporalidad de 32 meses, resulta que cuando vamos camino de la década, los responsables de la administración municipal tienen paralizado de facto el expediente en cuestión haciendo que la situación se mantenga en ser, aun tratándose de un documento esencial porque su finalidad estaba llamado a diseñar la constitución urbanística de su modelo espacial acorde a nuestra realidad presente, y determinante, de cómo desarrollar nuestro futuro como pueblo.
Lo cierto fue que esta « parálisis endémica” de identificada autoría política nos condujo hacia un retroceso municipal irreversible y de lesivas consecuencias para el porvenir de los feneses; pues el hecho de no disponer de un planeamiento adecuado a la puesta en práctica de actuaciones estratégicas que son clave para lograr objetivos y soluciones alternativas, hace inviable todo intento de reactivación y de cambio, al impedir formalizar una ordenación efectiva del municipio.
Quien no consiguió hacer del urbanismo la herramienta para transformar el Ayuntamiento, más allá de seguir parasitando en la institución, lo suyo, es que ponga fin a su actividad política
Cuando los políticamente responsables de fijar la ordenación del territorio, más allá de afrontar sus obligaciones, hacen caso omiso de su deber, y lejos de asumir la Revisión del planeamiento vigente como única solución para alcanzar unos objetivos más reales y ejecutables, con su pasividad deciden prorrogar la inseguridad jurídica que induce la utilización del trasnochado, obsoleto y devaluado texto urbanístico vigente, con su censurable actitud están provocando a propio intento la paralización de la actividad urbanística, forzando así la “mortalidad del Plan General”. Eso al menos es lo que cabe deducir en razón a la contundencia de los hechos.
La excedida duración de la Revisión de PGOM de Fene y su paralización encubierto, pone de manifiesto la ostensible insolvencia política de los munícipes responsables de la situación, pues aún cuando su elaboración técnica recae en el equipo redactor designado en el concurso público de adjudicación, es el propio Concello como institución el promotor responsable de dictar las bases del modelo elegido para el futuro del territorio municipal.
Dicho esto, es obligado referir el despropósito añadido de quien negando lo establecido en el Reglamento de Planeamiento de la Ley del Suelo, hace caso omiso de los documentos que deben conformar la Revisión y el carácter reglado de los mismos, optando por la arbitrariedad de atribuirse cometidos al margen de tal disciplina legal. Siendo escandaloso por ello, escuchar las propagandistas "rebajas fiscales" anunciadas a bombo y platillo por la actual Concejala de Hacienda, cuando toda determinación sobre el particular, debe estar sujeta a las estipulaciones establecidas en el Estudio Económico Financiero y el Programa de Actuación del PGOM.
Documentos que deben contener una evaluación económica estructurada y especificada, que a todas luces condicionará el relato numérico de la Hacienda Municipal; algo que por lo visto parece desconocer totalmente la dicharachera concejala del PP responsable del área.
Es por eso, que todo aquel que en desempeño de su cargo no consiguió hacer del urbanismo la herramienta para transformar el Ayuntamiento, más allá de seguir parasitando en la institución, lo suyo, es que ponga fin a su parca capacidad en la gestión del gobierno local, y en sustitución facilite el acceso un verdadero equipo de dirección política.
La degradada situación así lo demanda y Fene lo requiere