¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Galdo Fonte escriba una noticia?
Tomar decisiones es parte esencial del hacer político, salvo en el Ayuntamiento de Fene, donde a diez meses del remate de la legislatura, la ineptitud del gobierno municipal deja de nuevo sobre la mesa la revisión del Plan de Urbanismo que acumula un retraso de nueve años
Cuando la primera corporación democrática desembarcó en el Ayuntamiento , Fene ya disponía de planeamiento genuino, un PGOU que fuera redactado en el transcurso del mandato del último Alcalde del franquismo y que convirtió a la entidad local fenesa en referente de vanguardia urbanística al ser la primera institución municipal de toda Galicia inferior a 20.000 habitantes que dispuso de ordenación territorial. El contenido de aquel documento primigenio estaba inspirado en el desarrollismo característico del "tardofranquismo" que acompañó los años finales de la dictadura, y por tanto, marcadamente sobredimensionado en sus expectativas, tal es así que sus previsiones de crecimiento establecían que Fene tendría 75.000 habitantes a un fijado horizonte de 1990.
Tan excedida estimación, obligó su adecuación a la realidad de los tiempos, si bien el diseño territorial de su redacción fue aprovechado en gran medida a la hora de afrontar la Revisión de1985, que se centró mayormente en reducir edificabilidad para rebajar su techo potencial, pero manteniendo en lo substancial el diseño de su esquema infraestructural. Aun así, a pesar de la ponderación de previsiones, a menor escala volvió a repetirse un exceso en su planificación como consecuencia de coincidir su entrada en vigor con el proceso de reconversión naval cuyo impacto trastocó el contenido de sus estimaciones abriendo su repercusión una brecha hacia el decrecimiento demográfico.
Tendencia de despoblación que tampoco remediaron las pautas urbanísticas introducidas en la revisión urbanística de 2002, manteniéndose por eso un menguante descenso que situó la población del municipio en los actuales 13.110 habitantes, una significativa caída demográfica que referida a los últimos 30 años supuso un decrecimiento del 18% de residentes, que mayormente fue consecuencia de la deliberada miniaturización de las potencialidades del astillero, y el anacronismo que representó la infrautilización de las instalaciones de la factoría.Aspecto que viene a confirmar que de persistir idéntica dinámica, es decir, de mantenerse la ruptura de toda dialéctica entre el astillero y el urbanismo genuino la tendencia descendente de población mantendrá su propensión a la baja y los perjuicios del impacto territorial se harán mas notorios e incluso irreversibles.
Fene está obligado a mutar en garantía de su sostenibilidad, y como ya se hiciera para consumar el Polígono industrial, es condición sine qua non disponer anticipadamente de soporte urbanístico actualizado, que pasa irremediablemente por afrontar sin más dilación la revisión del PGOM. Un trabajo “complejo, pero urgente”, puesto que el plan debió revisarse hace años, para establecer oportunamente medidas que atenuasen el fuerte impacto territorial para el municipio y sus gentes que generó además de la endémica problemática en su principal sector productivo, el estallido de la crisis en el 2007 y sus efectos colaterales.
Fene necesita con urgencia un proyecto para los próximos años, que lo mantenga vivo y en crecimiento
Es por eso que el Ayuntamiento necesita con un urgencia un proyecto para los próximos años, que lo mantenga vivo y en crecimiento, y que además de establecer en su ámbito espacial un modelo industrial de referencia, garantice la prestación de servicios públicos acorde a las exigencias del siglo XXI.
Determinaciones que en todo caso pasan por tomar el control urbanístico del astillero dejando sin efecto por inadecuada la aplicación de la vigente ordenación genérica, máxime cuando la inexistencia de una ordenación específica facilita destinar el recinto fabril a actividades ajenas a las propias de la factoría naval; y eso a pesar de la decisión contraria del Pleno Municipal de enero del 2009, que sobre el particular, tomó la determinación vinculante de no autorizar el uso o destino del suelo industrial ocupado por la planta naval a fines distintos a los estrictamente vinculados a la actividad industrial de referencia.
Pero si a pesar de la crítica situación los representantes municipales prefieren no hacer lectura de las causas que ocasionaron la actual “eutanasia urbanística”, renunciando así a afianzar un modelo urbanístico de futuro, entonces además de un problema de ordenación territorial, con su negligente actitud los causantes de la situación están confirmando no tener proyecto de Ayuntamiento, evidenciando por tanto, su total discapacidad para dirigir la administración municipal en adecuación a parámetros de solvencia.
Obvia conclusión después de transcurridos 9 años desde la adjudicación de la revisión del Plan General de Ordenación Municipal (PXOU), al no cumplir la temporalidad prevista para su redacción (32 meses), ni adecuar sus determinaciones al marco legal de aplicación; toda vez que el contenido de la tramitación en curso perdió su validez como consecuencia de la ineptitud de los dos grupos políticos que desde su contratación en el 2009 transitaron por la Alcaldía PSOE, y PP, lo que hace que en la actualidad se haya de partir de cero, con la negativa repercusión económica de 224.000 euros. perdidos y las consecuencias que tal muestra de incapacidad implica para el presente y el futuro de Fene al no contar con una herramienta urbanística que reporte solución a los complejos problemas municipales y de seguridad jurídica la ciudadanía.
Una situación que por su gravedad exige expurga de responsabilidades y dimisiones de acompañamiento, pues un Ayuntamiento no puede estar dirigido por un grupo de indolentes.