En un contexto, no de reapertura en Cataluña en esta tercera ola, pero sí de cierta estabilización de los datos epidemiológicos (aunque no de los ingresos en UCI y en planta hospitalaria por Covid) el Govern está atento a esta mejora de los indicadores para decidir si se vuelven a celebrar algunos grandes acontecimientos tradicionales y que congregan a miles de personas como es Sant Jordi (la fiesta de la rosa y del libro del 23 de abril) o conciertos multitudinarios.

Este martes, la organización del Primavera Sound ha confirmado la cancelación de la edición de este año del festival, al igual que ya sucedió en 2020, al considerar que no es el momento para celebrar eventos de estas características.

El Govern "respeta" esta decisión y verá "si se puede ir avanzando hacia la celebración de acontecimientos multitudinarios" analizando los resultados de pruebas piloto como la de la sala Apolo o la que se hará en Girona próximamente en un evento deportivo organizado junto a Col·legi de Farmaceutics, la Cambra y el Futbol Club Girona con test de control Covid.

"Tan pronto como sea posible", el ejecutivo catalán se planteará la continuidad del toque de queda nocturno (en vigor desde noviembre) y del confinamiento comarcal, ha afirmado Budó, pero ha alertado que "ahora no es el momento pues aún estamos gestionando una tercera ola". Ha valorado como muy difícil poder levantar el encierro municipal en los próximos días, pero sí que ha abogado por redactar "un calendario" para planificar "la Semana santa y los días posteriores a la misma.

El Govern se decanta por dar pasos firmes y por pedir "un poco más de paciencia" para no tener "que dar un paso adelante y luego cinco para atrás". Sí que se está planteando esta semana una mayor reapertura de los sectores de la restauración, del deporte y de las actividades extraescolares para colectivos de más de 12 años.

Se está trabajando en esta línea de revisión de las medidas restrictivas vigentes, pero Budó ha asegurado que no se ha puesto sobre la mesa levantar el confinamiento nocturno.

Budó ha indicado además que, de cara al otoño, la distribución de las vacunas entre la población catalana podría hacer factible la inmunidad de grupo en esas fechas.