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En Hunduras se contruye un sueño que lleva vivo 20 años, gracias a la tenacidad, apoyo de amigos y familiares y al sueño de un joven de Tegucigalpa, este sueño está por hacerse realidad
TEGUCIGALPA.- Impulsado con la ilusión de ayudar a trasportar vía aérea a las personas de escasos recursos que viven en lugares postergados del país, un hondureño comenzó, hace 20 años, con el proyecto de construir un avión y hasta ahora, todo le ha salido bien.
El artefacto tendrá un revestimiento de fibra de vidrio.
En una sencilla vivienda al sur de la capital, un joven que prefirió no dar a conocer su nombre, se esmera día y noche en la fabricación de una liviana aeronave en la que se ha inspirado desde hace dos décadas para hacer volar el aparato construido por sus propias manos.
El avión está diseñado con tubos de hierro, madera de caoba y láminas de aluminio, que es un material con resistencia para este tipo de estructura, que tendrá un diseño deportivo con un fuselaje de vida útil para 100 años.
“Me da pesar que en nuestro país no se construya este tipo de aparatos, cuando hay un acuerdo internacional para la certificación para fabricar aviones, y esto es algo que cualquier persona puede construir, porque se cuenta con el material, al menos para aeronaves pequeñas”, expresó el técnico en aviación, que prefirió no dar su nombre.
En los próximos días realizará sus primeras pruebas de vuelo, posiblemente en un destacamento militar, y asegura que no utilizará paracaídas “porque si uso ese equipo es no estar seguro de lo que hago, porque tiene todas las condiciones para un buen despegue y aterrizaje”.
Desde hace 20 años comenzó los trabajos.
“Este artefacto está diseñado para volar 90 millas por hora con un peso 620 libras, un motor de vehículo Subaru, con capacidad de 120 caballos de fuerza que podría sobrevolar en todo el país, siempre y cuando se logre una certificación de vuelo de las autoridades de Aeronáutica Civil, después que realice las pruebas de vuelo”.
También será dotado de un equipamiento a bordo, normal de la aeronavegación con motor y posición de vuelos para la protección de las turbulencias atmosféricas, antenas, radios GPS, silbante y planteado para que tenga una carrera corta de despegue y utilizar tramos cortos para el aterrizaje.
“Esto es para ayudar como medio de trasporte a las personas que viven como por ejemplo en La Mosquitia, Patuca, Intibucá, Olancho y otras zonas del país que hay poco acceso a trasporte y la población es escasa de recursos”.
“EL CATRACHO NÚMERO DOS”
Hasta familiares se han involucrado en su sueño.
Este primer avión construido en Honduras se llamará “El Catracho Número Dos”, ya que el primero, fue el de un ingeniero sampedrano que murió en su primer intentó de vuelo hace unos 20 años.
“Esto lo hago para demostrar que el concepto vuela, porque muchos lo han visto como algo inalcanzable y que muchos de nuestros compatriotas se involucren en la actividad aeroespacial y se puedan construir en el país, además que se abra la carrera universitaria de construcción de aviones en el país”.
Según la historia, los primeros aviones fueron construidos en el año 1809 en Francia por George Cayley, quien logró poner en el aire el primer avión con capacidad para una persona, posteriormente Otto Lilienthal, que en 1890 consiguió vuelos sin motor de 90 a 230 metros, gobernaba su aparato por el simple movimiento de su cuerpo.
En la segunda mitad del siglo XIX, se hicieron en Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Alemania numerosas tentativas, aunque de forma difusa y desmañada para lograr volar, sin embargo años después comenzaron a comercializarlos porque poseían la estructura perfecta para la aeronavegación.
“Este artefacto está diseñado para volar 90 millas por hora con un peso 620 libras, un motor de vehículo Subaru, con capacidad de 120 caballos de fuerza que podría sobrevolar en todo el país
En Latinoamérica la certificación de fabricación de aviones por la Asociación de Aviación Internacional, fue creada hace 100 años y al menos cinco países son los que construyen estos aparatos, entre ellos Brasil, Chile, Canadá, Argentina, Estados Unidos, Perú y México que ha fabricado para actividades agrícolas.
En un improvisado taller, en la sala de su casa, trabaja día y noche.
“La ventaja es que estas aeronaves pueden ser voladas por personas sin experiencia en la aeronavegación, ya que el diseño mismo de él, se autocorrige en el vuelo al entrar en un desequilibro de vuelo plano, recto y nivelado”, explicó.
DUDAN QUE PUEDA HACERLO
Aunque muchos creen que no podrá hacerlo y otros lo tengan por loco, el creador de esta obra, ha dedicado parte de su vida a pilotear aviones de toda dimensión, principalmente en los Estados Unidos en donde realizó estudios para la aeronavegación, y después fue técnico aviador del Pentágono en Washington, por muchos años, pero su ilusión es volar el avión que él mismo construirá.
Para tener estos conocimientos debió abandonar su familia en su pueblo de origen, que es una comunidad de Comayagua, lugar que a los 12 años dejó para buscar nuevos senderos fuera del país y lograr su objetivo de volar aviones reales y no de juguete.
“Desde que estaba pequeño me gustó la aeronavegación, pero yo era un niño campesino que me gustaba hacer aviones de olotes con plumas de gallinas que son materiales del aire espacial y cada vez los iba modificando para que dieran mejores resultados y cada avioncito que creaba daba buenos resultados”, relató.
La hélice es una de las partes más delicadas de elaborar.
Continuó que “cuando empecé a crecer me fui para los Estados Unidos con una beca que me regalaron unas personas dadivosas, y logré llegar a la Escuela de Aviación de los Estados Unidos, para después obtener una preparación aeroespacial.
“Ahora estoy terminando este aparato con la intención de ayudar a las personas que viven en lugares postergados del país, que tengan la opción de trasportarse a diferentes lugares, principalmente si se trata de gente con problemas de salud, pero este avión estoy pensando donárselo a la Fundación de Chiminike”, adelantó.
Sin embargo pretende fabricar otro con capacidad para cuatro personas, pero para eso dice que pedirá un financiamiento al Presidente Manuel Zelaya, para construirlo con los estudiantes del Instituto Hondureño de Formación Profesional (INFOP), para que ellos tengan esos conocimientos y después ellos mismos construyan otro.
Señaló que está dispuesto a colaborar con los estudiantes de la Escuela de Aviación de la Fuerza Aérea Hondureña, para que no sólo reparen ese tipo de aparatos, sino para que haya la posibilidad de construir una aeronave con mayor tecnología.
“Inicié a diseñar la efectividad de la estructura hace unos 20 años y puedo brindarle la información y diseños a toda persona que quiera construir su propia aeronave, y hasta para que lo construya con capacidad para cuatro personas”, aseguró.
Consultado por qué ha tardado tanto en crear la aeronave, dijo que es una persona luchadora de escasos recursos económicos, y desde hace varios años que se vino de Estados Unidos se dedicó a ayudar a sus padres que estaban resentidos de salud.