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El humor de José Mota es el espejo ondulado en el que se tiene que mirar la realidad para darse cuenta de sus defectos y contradicciones y, de paso, para que nos riamos de ella y de todo lo que conlleva. Si 2020 se ha despachado a gusto con nosotros, ahora el humorista se cobra la revancha con Adiós, dos mil vete , el especial de esta Nochevieja (La 1, 22.00 h) en el que usa la película Cinema Paradiso como hilo conductor y en el que hay un sentido homenaje a las personas mayores.
¿Es más difícil hacer humor en un año tan malo? Precisamente por lo malo que ha sido el año el humor sirve sin duda como bálsamo para intentar cerrar heridas. Forma parte de la magia del humor y de la comedia, que es sanadora. Hace más falta que nunca la sonrisa, que es buena compañera. Cuando parece que podemos empezar una luz al final del túnel de esta terrible pandemia, la sonrisa es una buena compañera de viaje.
¿El humor salva vidas? El humor nos hace el trayecto más amable, tiene una labor curativa del alma muy importante. Ojalá salvara vidas... Mi compañero Tony Antonio lo llama 'paracetahumor'. Es sanador del espíritu del ser humano.
En el especial de Nochevieja de este año ha puesto más emotividad en el cóctel, ¿no? Sí. Sin renunciar en absoluto a la comedia de todos los años he querido dedicárselo a esa generación irrepetible de nuestros padres y abuelos. Tristemente nos han abandonado muchos de ellos y conviene hacer un parón y reflexionar sobre que han sido una generación irrepetible, nunca antes una generación había recibido tan poco y había dejado tanto a sus hijos. Y eso hay que tenerlo presente.
¿Hay algo de autobiográfico o de pagar una deuda personal en ese planteamiento? ¿Con este especial también honro a mis padres y abuelos? Por supuesto que sí, pero porque queda representado por completo su generación. Algunos de ellos nacieron en la Guerra Civil, vivieron la posguerra, la Segunda Guerra Mundial... y gran parte de la dignidad que tenemos hoy y de la que podemos disfrutar nos la han dejado ellos. Hay que devolver lo que se nos da y ellos han sido insustituibles.
Ellos tienen mucha retranca... Claro, es que la vida te da un recorrido, es maravillosa su sabiduría. Yo siempre fui un niño que a muy temprana edad me llamaba mucho la atención escuchar las historias que me contaban los mayores. Siempre he sido muy consciente de la riqueza que tienen nuestros mayores. En una sociedad la tercera edad debería ser absolutamente venerada, porque son nuestra identidad.
El especial se llama Adiós, dos mil vete, ¿es de los que hizo planes que se frustraron en 2020? No, lo que me ha permitido todo esto es ponerme al día de cosas atrasadas, libros por leer, guiones por hacer... el mundo se detuvo y aproveché para ponerme al día. Pero la realidad va siempre más deprisa y ya voy otra vez por detrás (risas). No nos da tiempo a digerir la vida que llevamos.
No por el coronavirus, claro, pero no nos vendría mal un parón de estos cada cierto tiempo... Claro que por esto no, nunca más, pero un paréntesis para reflexionar, para darnos cuenta de que vamos muy rápido... sí. Un tiempo para ordenar nuestra vida nos viene bien, debería ser un ejercicio obligado cada año.
¿Qué hay en la política que es tan parodiable? Son los que llevan supuestamente el volante del vehículo en el que vamos todos subidos. Es inevitable hacer referencia a esos conductores que están en la primera línea del escaparate. Pero para mí los protagonistas de este año han sido la gente de a pie, de la calle, los sanitarios, los celadores, los que limpian, los que se han ocupado de que nos llegaran a la despensa los alimentos... son el nuevo ejército que tenemos.
¿El nuevo ejército? La lucha del hombre contra el hombre es absurda, pero ahora más. Las guerras futuras se librarán contra la microbiología, así que el día del Ejército debería ser para los sanitarios y los científicos, que son los que nos van a defender.
Habrá cameos, ¿la gente se presta con facilidad? Sí, tengo esa suerte. Este año hay menos por las circunstancias, porque es un año más delicado para tirar de tanta gente como el año pasado, que fue increíble, con cincuenta y tantos compañeros de la comedia. No he querido forzar la máquina por las circunstancias. Garbiñe Muguruza hace un sketch conmigo este año muy curioso. Ya lo veréis. Pero con todos los que han venido ha sido con PCR y no hemos tenido ningún problema.
¿Cuánto hay de improvisación en un sketch? El humor precisa mucho de la visceralidad del momento. Llevas escrita una guía, una guía que te mola mucho y a veces es más férrea o menos. Con eso el mínimo lo tienes asegurado, pero el humor precisa de la imperfección del momento, de vivirlo, no es exactamente ficción, precisa que esté vivo en ese momento, las pequeñas cosas que se te pueden ocurrir en el momento. Yo soy estricto, tengo un guion cerrado, pero soy consciente de que acaba de escribirse en el plató y en los ensayos.
No suelo trabajar los personajes viendo sus vídeos o viendo como hablan.
Es más importante la caricatura, ¿no? No suelo trabajar los personajes viendo sus vídeos o viendo como hablan. Me preocupo más por el contenido que por el continente. Es más importante el mensaje que se desea contar a que la voz del personaje sea exactamente igual. Hay gente maravillosa que hace imitaciones que se te va la cabeza, pero para mí es más importante la parodia que la imitación perfecta. La parodia arrastra una especie de hurto del alma del personaje, el lenguaje corporal y físico que capta el cómico y que luego lo pone sobre el escenario.
Lleva casi 20 años con el especial, ¿cuántos más va a hacer? Este es mi especial número 20 de Nochevieja, entre los que hice con Cruz y Raya y los que he hecho solo. Mientras sigamos teniendo ilusión por el trabajo, que gracias a Dios la hay.
Cuando llegué a esta profesión fue uno de los objetivos que me planteé, no perder la pasión por lo que hago. En el momento en el que la pierdes eres un empleado, en un mercenario de lo que haces, y no. Tengo la suerte de sentir pasión por mi trabajo, de sentirme vivo y aún siento la responsabilidad y el lujo de tener ese altavoz que TVE me ofrece.
Dejarlo por aburrimiento sería una decisión valiente... Me ha ocurrido en otras cosas. Si algo no me apasiona, ¿qué pinto yo allí? O a lo mejor quieres ir por otro camino. La vida es muy amplia y no sólo hay televisión. Las artes escénicas, por ejemplo. El teatro es el gran altar de la interpretación. Uno también es muchos unos a la vez y quizá te quieres proyectar en otras cosas.
Eso se lo permite el especial de Nochevieja, ¿no? Es verdad que a mí el especial de Fin de año me permite plantear una película nueva. El homenaje este año lo hago a través de Cinema Paradiso, que me fascina, que es una joya eterna y el especial me deja meterme dentro de esa maravilla y lo aprovecho muchísimo.
En el especial hay una "carrera de vacunas", ¿es de los que se la quieren poner o de los que recelan? No tengo una opinión formada... entiendo que quien las ha desarrollado lo habrá hecho con todas las garantías para que funcione, no quiero pensar otra cosa. Imagino que la mayoría de la gente se la va a poner, como todas las vacunas. En cualquier caso parece que esto da cierta luz y cierta esperanza en esta situación.
¿Qué tal se ha visto en Mask Singer? Muy bien, disfrutando con unos compañeros fantásticos, los Javis y Malú y me lo he pasado en grande. Es verdad que he tenido que compaginarlo con la película de García y García y eso me dejó muy poco tiempo para informarme de todo, pero en próximas ediciones estaré más tranquilo.
Sus teorías han sido de lo más comentado... (Risas) Sí, lo sé. Soy de los que piensan que la gente tiene que expresarse y que está bien que haya voces libres y opiniones de todo tipo, me parece bien. Yo lo he pasado súper bien y estaremos en la próxima edición.
¿Ha sido estresante mantener el secreto, le preguntaban mucho? La gente no quería saber quiénes eran los famosos. Ni yo (risas). Se firma un contrato de confidencialidad y das tu palabra con eso debería bastar, pero es que además decirlo sería como reventar un truco de magia, ¿qué sentido tiene?
¿A quién le hubiera gustado ver dentro de uno de los disfraces? Se abren tantas posibilidades... te imaginas cualquier figura americana. Han sido muy sorprendentes los que han salido, pero si se puede elegir... David Hasselhoff, qué se yo. Creo que en próximas ediciones vamos a ver sorpresones gordos, porque la productora apunta muy alto.
Mota y su equipo dedicarán a las personas mayores un musical basado en uno de los mayores éxitos de Billie Eilish. También veremos a fray Fernando Simonje, del coro del monasterio de Silos-Pillan. Dos peculiares Miguel Bosé y Salvador Illa se enfrentarán y no faltarán personajes como Donald Trump, Florentino Pérez o la ministra María Jesús Montero. TikTok, Messi o el teletrabajo serán temas tratados y veremos cameos de Garbiñe Muguruza, Eva Ugarte, Luis Cobos, Florentino Fernández o Santiago Segura, entre otros.