Muchos soñadores abandonan esa preciosa búsqueda creyendo que jamás llegaran a ver cumplidos sus sueños. Sin saber que justamente es esa la parte más excitante de la historia. Es fácil desanimarse porque "nadie cree en tus proyectos".

Pero sin darnos cuenta, al abandonar, no hacemos otra cosa que desistir de la más maravillosa aventura de la vida. El creer en ti mismo.

Sueño de noche con senderos y caminos desconocidos, y aunque perturbadores a veces, por hallarme perdido en ellos, son a la vez excitantes. Porque pienso que la vida esta llena de caminos. Quizás nunca nos hemos detenido a pensar que tales callejuelas y senderos que hacen el mundo de hoy, no son sino otra cosa que las huellas que dejaron otros soñadores que salieron por el mundo en tan codiciada búsqueda.

Nadie ha podido ver un mundo completo como lo hubiera soñado, pero todos hemos tejido pequeños fragmentos que constituyen el precioso tesoro que compone la vida.

Para ilustrar un ejemplo en eso de que quienes nos rodean mayormente no creen en nuestros proyectos. Podría pensar en el primer hombre que intento inventar un aeroplano. Claro que parecería una locura pensar que un pedazo de chatarra pudiera volar. Pero he ahí el sueño, la aventura, el riesgo. ¿Que sentido tendría de que todos al verlo volar creyesen que es posible? El juego estaba cuando clavado en tierra todos se burlaran y exclamaran; ¡Que locura!

Hoy día, ya nadie se sorprende de que un avión vuele, por el contrario, es noticia en el mundo cuando alguno se desploma.

Muchos quizás piensen que cumplir sus sueños sería el momento de recibir premios, aplausos, reconocimientos. Pero quizás ese no sea el principio, sino el fin de una búsqueda. La cima muchas veces no es la felicidad. ¿Cuantos habrán que querrían volver por el camino que los conduzco a la fama, pensando en que esas vivencias fueron la parte más feliz de su vida?

Si estas en esa búsqueda, por favor no desistas porque los que te rodean no creen en tus sueños, piensa que ese es el verdadero sentido de la aventura, sino sería una aburrida cosa normal, como mirar un avión al pasar.

Carlos Polleé