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El hábito compulsivo de Morderse las uñas, se observa comúnmente en niños, adolescentes y adultos jóvenes, aunque también se puede observar en personas mayores. El término médico utilizado para nombrar este hábito, es conocido con onicofagia, siendo que desaparece en la mayoría de las personas. Otra característica es que aparece con mayor frecuencia en los varones entre una edad de 10 a 18 años; la causa más común del morderse las uñas, es la tensión, o el nerviosismo. El proceso puede ser que comience mientras esperan a ser llamado para dar una prueba, o mirar una película de terror... o cualquier situación que desencadene estrés.
Consejos para que el niño no se muerda las uñasEl Morderse las uñas no es grave en un niño que en general es feliz, pero siempre vale la pena prestar atención. El rezongarlo porque realiza esta acción, no es beneficioso ya que muy rara vez se dan cuenta de lo que están haciendo y el regañarlo, podría llegar a aumentar la tensión presente en el niño. El camino correcto es descubrir cuáles son las presiones que el niño no puede manejar, o las situaciones estresantes que lo llevan a morderse las uñas. Los padres tienen que plantearse determinadas preguntas, por ejemplo, si no están esperando demasiado del rendimiento escolar en el niño, o si no se lo corrige demasiado por todo lo que hace, o se lo apura en el momento que hace las cosas por sí mismo, o los padres quieren hijos responsables, que cumplan con todas las obligaciones… en fin, si pasa el tiempo y esto no se soluciona, lo mejor es consultar con un psicólogo infantil.
Gabriela Nari | Editora de Suhijo.com