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Que el ex Secretario de Seguridad Pública haya sido declarado culpable por corrupción y nexos con el Cartel de Sinaloa solo ha logrado encender la escena política de México. Felipe Calderón Hinojosa ha sido el blanco de todos los ataques
(Carta de Felipe Calderón Hinojosa al gobierno americano sobre el caso García Luna/Vía Twitter)
El caso García Luna encendió la chispa en la política mexicana. Pues toca una de las más grandes problemáticas nacionales: La Corrupción de las Instituciones. Este martes en la ciudad de Nueva York un juez declaró culpable al ex funcionario Genaro García Luna por cinco cargos, de los cuales puede purgar de 10 años hasta cadena perpetua. El hecho resonó en México por dos cosas, primero, porque los delitos imputados versan sobre corrupción, cohecho y nexos con el narco y segundo, porque el funcionario en cuestión fue parte del gabinete de los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa. Sin embargo, todos los reproches han caído en este último. La razón es simple, Felipe Calderón y Genaro García Luna tenían una relación demasiado cercana, que podría ser llamada incluso de amistad. Por lo que a la opinión pública le resulta increíble pensar que el ex mandatario no estuviese al tanto de las corruptelas de su allegado. Una oleada de ataques por lo mismo ha recibido Felipe Calderón. Tanto en los medios como en redes sociales. Principalmente en Twitter dónde la bancada de Morena lo ha llamado "criminal" "corrupto" "inepto" "asesino". Sus atacantes virtuales no se esconden, son diputados famosos morenistas como Citlalli Hernández o Pepe Martínez, o ex políticos como Manuel Clouthier Carrillo. El ex presidente se ha limitado a exponer un documento público y oficial que muestra su declaración sobre el asunto en inglés. En el expresa su perpetuo anhelo por acabar con el crimen organizado en México, niega conocer la relación de su ex subordinado y el cartel de Sinaloa, enfatiza que durante su gestión los índices de criminalidad disminuyeron y agradece a todos los servidores públicos y empleados que lo apoyaron en su lucha. Es decir, en resumen, no se arrepiente de sus estrategias en materia de seguridad. No obstante que es precisamente eso lo que claman sus opositores, que al menos admita que su logística no fue la más inteligente o pragmatica (con resultados eficaces y muy visibles). Pese a esto Felipe Calderón llama a no usar le como cabeza de turco y si falló eso es pasado, lo importante es mantenerse alertas y exigentes con las políticas actuales en materia de seguridad. El ex presidente se encuentra en España y desde allá está intentando ser fuerte y dar la cara ante los tropiezos del nepotismo.