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¿Se puede desconocer la historia, cuando los hechos que ocurren son parte de la misma historia de la humanidad?
Por Raúl Enrique Bibiano
Hace apenas un mes, un grupo de niñas y adolescentes kurdas, practicantes de la milenaria religión Yazidí, y Cristianas, practicaron suicidio colectivo, tras ser víctimas de violaciones por parte de milicianos de ISIS. Fue entonces, que miles de familias kurdas, practicantes de las religiones Musulmana, Yazidí y Cristianas huyeron hacia las montañas, en la región de Shingal situada al norte de Iraq; intentando escapar de los salvajes asesinatos de los yihadistas.
Todo sucedió luego que integrantes del grupo terrorista de la Yihad Islámica, Estado Islámico (ISIS), atacara la ciudad de Mosul y aldeas aledañas, asesinando hombres, mujeres y niños que se negaban a convertirse al Islam.
Este ataque feroz, resultó una de las mayores escaladas terroristas de los últimos tiempos, en donde los terroristas, no solo asesinaron masivamente a los Kurdos, ya sea civiles o soldados, también para causar mayor terror en las poblaciones, asesinaron niños y niñas, a quienes decapitaban y colgaban sus cabezas en un parque de Mosul.
En medio de esas escenas dantescas, capaces de sobre pasar cualquier idea de la ciencia ficción, no contentos con sus crímenes atroces de lesa humanidad, secuestraron mujeres, niñas y adolescentes, separándolas de lo que quedaba de sus grupos familiares para violarlas sin piedad…
Como resultante de esta escalada terrorista, centenares de niñas y adolescentes fueron reiteradamente violadas por los milicianos del Estado Islámico (ISIS), y como daño colateral, sobrevinieron los casos de suicidio colectivo por parta de las niñas y adolescentes, que no pudieron sobreponerse a la barbarie a la que fueran sometidas.
Según testimonios recogidos por distintas organizaciones no gubernamentales encargadas de brindar apoyo logístico a los refugiados, las niñas y adolescentes Kurdas en su mayoría, se arrojaban al abismo desde lo alto de las montañas para quitarse la vida, luego de pedir de manera insistente, que alguien las mate para aliviar sus sufrimientos.
Otras jóvenes encontraron un camino distinto al de las otras víctimas del terrorismo Islámico, dando un paso firme hacia las fuerzas combatientes del PKK, para prepararse y combatir a muerte al terrorismo de ISIS.