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- Una vez oí culpar a un rico, por no repartir fajos de billetes a todos los jóvenes con cara triste que se encontrara por la calle. Yo era un niño y desde entonces comparto esa acusación.
-¡Qué mala cara Pedro! (Es el hermano de Loli, la mujer del vecino)
- Imagínate, el tocapelotas de turno en la fábrica, el otro día consiguió sacarme de mis casillas... y sólo le dí cuatro voces.
- Sí, pero de las tuyas.
- Ya me conoce y es mayor de edad.
- ¿Y estás así por el mal rato?
- Un poco sí, pero esto fue el miércoles pasado, antes del almuerzo, y cuando salió ya no volvió. Llamó a la secretaria para anunciar que se iba a dar de baja por depresión.
- ¿Vacaciones?
- Pagadas, aunque más breves de lo supuesto. El médico le dio un día de baja, el jueves. El viernes acudió a la consulta para recibir el alta correspondiente, y el lunes la presentó en administración a primera hora. El jefe contento, y yo también, porque me cargaron con la mitad del trabajo que hacía el pretendido depresivo.
- ¿Cuál es entonces el motivo de tu pesar?
- ¿Que él goza del estatus de víctima y yo padezco el de asesino?
- Su victimísmo está muy claro, es de manual.
- Tan evidente como mi papel de malo de la película. No es agradable sentirse señalado con una fama inmerecida.
- Intenta no hacerte mala sangre.
- ¿Que intente no ser el criminal que ellos ven en mí? Me inquieta más saber lo que cuesta la multa por darle un guantazo a uno.
- Una vez escuché que alguien pagó unos trescientos euros, pero no te fíes, lo mismo se trataba solamente de una colleja... en el cogote, con la palma hueca...
- Sé lo que es una, todos las hemos recibido alguna vez.
- Se dan de esa manera para conseguir un efecto de aturdimiento, de mayor contundencia que el propio golpe. No deja señales alarmantes, socialmente hablando, y mantiene una buena relación calidad-precio.
- ¡Lástima de Primitiva!
- ¿No te da cosa decir eso? ¿No dices que los juegos de azar son cosa del demonio?
- Tienes razón, lo son, y máxime si te guía la ilusión de partir algo. Pero el de Navidad y el del Niño tienen bula papal.
- ¿Sabes qué le dijo Juan de Bobón a su hijo Juan Carlos cuando, desde Estoril, lo mandó a España?
- No.
- "¡Cógete el trono, niño!"