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El Zaragoza de Javier Aguirre dio un paso más hacia la salvación luego de imponerse por 3-2 en el Santiago Bernabéu a un Real Madrid que dijo prácticamente adiós a la Liga con esta nueva derrota.
El Real Madrid más mediocre de la temporada, aturdido aún por el golpe del clásico europeo frente al Barcelona, saltó al Bernabéu sin actitud.
La pelota no tenía dueño, El Zaragoza no daba más de dos toques seguidos y el Real Madrid carecía de ideas para inventar con ella. Uche en el comienzo disparó centrado a las manos de Casillas, Kaká no encontró puerta a los 17 minutos y Lafita avisó a los 34 minutos con un tiro desviado.
Faltaba intensidad defensiva en el Real Madrid, agotado psicológicamente tras sus duelos ante el Barça. Fue entonces que llegó uno de los fallos más grandes de la carrera de Casillas, abandonó el arco para despejar un balón, que apenas rozó, pero su patada al aire dejó todo a favor para Uche quien disparó mal, sin embargo la fortuna mandó el balón para Lafita, que no perdonó.
El Real Madrid, sin Cristiano, en el palco por cuestionar los métodos del jefe, apeló a la chispa de Marcelo y Di María, quiene acababan de entrar en acción cuando llegó el segundo error infantil. Carvalho derribó a Lafita dentro del área, el regalo lo aprovechó Gabi, que engañó a Casillas en el penalti.
Con el resultado en el bolsillo, el Zaragoza debía gestionar una ventaja de dos goles. Mourinho daba órdenes en papelitos que circulaban entre sus jugadores. Y fue Sergio Ramos quien inició la reacción luego de una gran cabezazo tras el centro de Özil.
Sin embargo fue un espejismo, no era la tarde del Real Madrid. Las remontadas agónicas de los últimos años, esta temporada nunca llegaron. Benzema tuvo dos ocasiones para hacer crecer la fe: un remate de cabeza que fue a las manos de Doblas y un zurdazo al travesaño.
A los 78 minutos, Lafita asestó el golpe definitivo. Con el Real Madrid intentando prolongar su agonía liguera, Uche salió a la contra, vio el desmarque de su compañero, que a placer firmó su doblete.
Restaban doce minutos para el final en los que el Real Madrid no bajó los brazos. Luchó hasta en inferioridad numérica, cuando Carvalho decidió irse a la ducha antes de tiempo y fue expulsado en el peor de sus días de blanco.
Las oportunidades de Özil, Kaká y Benzema acabaron con un bello tanto del francés que sin embargo de poco sirvió para evitar la caida del conjunto blanco.
AGENCIAS